Mas Casademunt una casa agraria histórica de El Brull que pasó a sanatorio antituberculoso y después a casa de espiritualidad y que ahora puede ser tuya.

Mas Casademunt se encuentra en el municipio de El Brull, en la provincia de Barcelona. Pertenece a la comarca de Osona y es una de las puertas al Parque Natural del Montseny. El Brull tiene una escasa población y un pequeño núcleo que cuenta de una iglesia, el ayuntamiento y un par de casas, en cambio tiene una gran extensión.

Escondido entre la extensa vegetación se encuentra Mas Casademunt. La primera referencia que se tiene de Mas Casademunt es de 1279. El Mas tal y como se ve ahora corresponde a ampliaciones y reformas que se han ido haciendo a través de los siglos XVII y XIX.

La familia Casademunt tuvo un importante papel en la historia de El Brull, y sus herederos han sido alcaldes o sacerdotes de la localidad.

A principios del S. XIX, los Casademunt entran en crisis y comienzan a vender tierras y propiedades. Es entre 1880 y 1890 que los herederos venden la casa a Alexandre María Pons i Serra y a su mujer María Bofill.

Alexandre fue un gran financiero. Su padre y su abuelo fueron unos de los fundadores del Banco Hispano Colonial. En 1888 fue nombrado secretario general de la Compañía General de Tabacos de Filipinas y en 1889 de la Refinería Colonial de Badalona. También fue vicecónsul de Chile, país muy relacionado con su familia. Su abuela fue Dorotea de Chopitea, una gran benefactora de la ciudad de Barcelona.

Los nuevos propietarios, hicieron obras para mejorar y embellecer la propiedad convirtiéndolo en un lugar muy frecuentado por alta sociedad donde celebraban encuentros, fiestas, recepciones… Artistas, nobles, obispos… frecuentaban el lugar.

Entre 1892 y 1895 se construye la gran iglesia que domina el lugar, dedicada al Sagrado Corazón de Jesús. Un edificio neogótico con detalles modernistas. Aunque no haya planos firmados, la obra se le atribuye al arquitecto Enric Sagnier i Villavechia, autor de numerosas obras en Barcelona y muy ligado a la iglesia.

En 1907 muere Alexandre y con él la época más brillante de Mas Casademunt.

En los años 20, el propietario era su hijo Ignasi Pons y al llegar la crisis llegó la decadencia de la economía familiar.

A comienzos de siglo XX, en plena industrialización, la tuberculosis era una enfermedad muy extendida y contagiosas entre la población, sobre todo en las grandes ciudades. Ante la gravedad de la situación, urgía abrir sanatorios para combatir la enfermedad y evitar la propagación. Los sanatorios debían cumplir varios requisitos, sol, aire fresco y aislamiento, por eso los primeros sanatorios se construían en la montaña.

Los doctores Lluís Rosal i Catarineu  y Josep Reventós i Farrerons entran en contacto con Ignasi Pons para convertir el lugar en sanatorio antituberculoso e Ignasi les alquila el complejo.

En 1930 se realizan las obras para adaptar las instalaciones para su nuevo uso sanitario. En 1931 ya funcionaba como centro antituberculoso convirtiéndose en uno de los centros privados con más renombre frecuentado entre la media y la alta sociedad.

El primer difunto en el sanatorio fue Carles de Fortuny i Miralles, barón de Esponellá, abogado, político y escritor de muchas novelas de carácter naturalista y costumbrista. La última persona que murió en el sanatorio, uno de los doctores que la idearon, el Dr. Josep Raventós en  1956.

Entre 1955 y 1956 apenas funcionaba como sanatario, solo quedaban los masoveros y algún convaleciente.

El 2 de Julio de 1956, las religiosas de la Congregación de Jesús y María de Barcelona compran la propiedad a un ya anciano Ignasi Pons i Bofill. Desde 1956 Casademunt se convirtió en un lugar de descanso y veraneo para religiosas y colegiales de la congregación convirtiéndose en  Casa de Espiritualidad para hacer retiros y convivencias.