En el pequeño pueblo francés de Moux se encuentra esta inquietante tumba del famoso escritor francés Henry Bataille.

Henry Bataille (Nimes 1872, París 1922) fue un pintor, poeta y dramaturgo que disfrutó del éxito internacional. Sus obras de teatro conquistaron los teatros desde París hasta Broadway e incluso fueron llevadas al cine. Aunque su éxito fue principalmente como escritor, también fue pintor.

“Mirar es ser pintor. Sufrir es ser poeta. De la unión de la plástica y del alma, se puede hacer el más bello arte viviente integral: el teatro”

Murió joven, no llegó a cumplir los 50 años, pero tenía planeado como permanecer reflejado tras su muerte y lo dejó por escrito. Quería ser enterrado en la capilla privada familiar de Moux, pero no dentro, quería una curiosa tumba en el exterior.

“Quiero que esta antigua estatua sea colocada sobre mi tumba, donde se encuentra un esqueleto de pie, con el torso expuesto, jadeando en carne viva, sin haberlo dado todo aun a las alimañas”

La escultura en cuestión debía ser una réplica de la del monumento funerario de René Chalon, el príncipe de Orange, que se encuentra en la iglesia de Saint Etienne en Bar-le-Duc, obra de Ligier Richier en 1557.

El año después de su muerte, en Agosto de 1923 se inauguraba en Moux la tumba de Henry Bataille. Sobre una base octogonal, se erige un transi, un cuerpo muerto, un cadáver en avanzado estado de descomposición donde ya asoma por completo el esqueleto. Con un brazo en alto ofrece su corazón al cielo. La obra fue realizada por el escultor Édouard Ponsinet.