La viña de Leonardo da Vinci
En el centro de Milán, muy cerca de la iglesia de Santa Maria delle Grazie más conocida por su mural La última cena de Leonardo da Vinci, hay otra obra del renacentista multidisciplinar, su viñedo.
En 1495, siendo Ludovico Maria Sforza «il Moro» duque de Milán, encarga a Leonardo Da Vinci pintar La última cena en el refectorio (sala destinada a comedor) de la iglesia Santa Maria delle Grazie. En 1498 el duque agradecido y satisfecho con el trabajo realizado, le regaló un viñedo cercano a la iglesia. Originariamente llegó a tener los 8.300 metros cuadrados y se encontraba en los campos de San Vittore, donde también estaba la Casa de los Atellani.
Los Atellani pertenecían a una familia cortesana de los Sforza a los que Ludovico regaló dos casas, las cuales son las únicas que quedan en pie de esa época junto con Santa Maria delle Gracie. La viña de Leonardo está en el fondo de lo que ahora es el jardín actual de Casa de los Atellani.
En 1919, Ettore Conti, ingeniero, empresario y politíco milanés compra las dos casas y las combina. El proyecto de restauración va a cargo de otro importante milanés, el arquitecto Piero Portaluppi que se convirtió en yerno de Ettore y se mudó a uno de los apartamentos que se contruyeron donde vivió hasta su muerte.
Con motivo de la Expo Milano 2015 se recuperó este lugar olvidado. La idea surgió a través de la Fondazione Portaluppi y los actuales propietarios de la casa Atellani gracias a los estudios de la enóloga Luca Maroni, la genetista Serena Imazio, el experto en ADN de la vid Attilio Scienza y a Giovanella Fugazza propietaria del Castello di Luzzano. La viña se ha recuperado respetando las hileras originales y la variedad de la uva: Malvasia di Candia Aromatica.