La Theriaca, el elixir que hizo de Venecia la capital mundial de la farmacia

La Triaca, Teriaca o Theriaca de Andromaco, fue un preparado farmacéutico emblemático de Venecia, símbolo de su prestigio en la medicina renacentista y barroca.
Este compuesto, considerado una panacea universal, combinaba ingredientes como opio, carne de víbora, especias y resinas, y su producción estaba estrechamente regulada por el Estado veneciano, la Serenissima.
La fórmula se remonta a la antigua Grecia, pero fue perfeccionada por Andrómaco, médico de Nerón, en el siglo I d.C. Incluía hasta 65 ingredientes, desde opio hasta cardamomo y azafrán.
Gracias a su red comercial con Oriente, Venecia accedía a especias y materias primas de calidad, lo que le permitió producir la teriaca más reputada de Europa, conocida en Inglaterra como Venetian Treacle.
El ritual era público, se elaboraba en calderos de bronce en la calle, bajo supervisión estatal. Los ingredientes se exhibían tres días antes de la preparación para garantizar su transparencia.
Su elaboración requería de un control por parte de Magistrado de la Salud. De 90 farmacias en Venecia, solo 40 tenían permiso para producir teriaca. Los boticarios autorizados gozaban de estatus social alto, permitiéndoles matrimonios con familias patricias. «Patrizio Veneto» era el título nobiliario otorgado a los miembros de la nobleza.
La teriaca no solo fue un producto médico, sino un símbolo del poder económico y científico de Venecia. Su elaboración pública reforzaba la confianza en la calidad veneciana, mientras que su comercio internacional consolidaba la ciudad como eje de la farmacopea europea.
Hoy, sus vestigios son testigos de una era donde la medicina, el arte y el comercio se entrelazaban en cada rincón de la Serenissima.
La farmacia Alla Testa d’Oro estaba situada en el Puente de Rialto y destacaba por producir la mejor Theriaca de la ciudad. Tenía permiso para producirla hasta tres veces al año, frente a una vez del resto de farmacias. El reclamo publicitario de una cabeza dorada (Testa d’Oro en italiano) y la inscripción Theriaca d’Andromachi aun perduran en el famoso puente. Ya no está la farmacia, aunque sigue existiendo como farmacia en Mestre.
En Campo San Stefano, esquina precisamente con la calle del Spezier, frente a la joyería Faidra Hanna que anteriormente fue la farmacia San Teodoro, pueden verse en el suelo unos círculos grabados en la piedra. Son las marcas que dejaban los morteros en el suelo al realizar la teriaca frente a los ciudadanos.
Frente a la farmacia Alle Due Colonne, también se puede ver en el suelo un agujero donde se colocaba el mortero y alusión a la teriaca en su letrero, aunque la farmacia como tal está completamente renovada.
Siguen quedando en Venecia farmacias o «spezierias» como se llamaban en la época, históricas. Algunas de ellas han sido creadas hace siglos aunque su aspecto actual es completamente moderno, otras mantienen su aspecto completamente original, aunque hayan cambiado el uso o ubicación.
Dentro del Palacio Ca’ Rezzonico, hoy convertido en museo, hay una antigua farmacia reconstruida. La Farmacia San Marco existió hasta 1908, se encontraba en Campo San Stin y la mayoría de objetos de la farmacia datan del siglo XVIII.
Otro interesante proyecto es el llevado a cabo por la empresa veneciana de perfumes The Merchant of Venice, que utiliza vidrio de Murano para sus envases y ubicando tiendas en antiguas farmacias.
El flagship de la marca está en la antigua farmacia San Fantin original del siglo XVII que en 1846 el arquitecto Giambattista Meduna le dio un aire neogótico que la empresa de perfumes ha restaurado con mimo para ubicar aquí su buque insignia.
Spezieria all’Ercol D’Oro en Santa Fosca, Cannaregio. Convertida también en boutique de perfumes The Merchant of Venice, conserva frescos, estanterías de nogal y jarrones de Bassano del siglo XVII.
En la Isla San Servolo también se puede ver una antigua farmacia en el Museo del Manicomio.