Gaudí y Barceló en la Seu
En Palma, la capital de la isla de Mallorca, si hay un edificio que destaca entre su skyline, es su catedral, más conocida como La Seu.
Esta joya de la arquitectura gótica fue construida por orden del rey Jaime I de Aragón tras conquistar la isla. Comenzó a construirse en 1229 en honor a Santa María. En 1601 se consagró el templo, pero la imagen exterior del templo tal y como lo vemos ahora es debido a la intervención que se produjo tras el terremoto que se produjo en 1851. Juan Bautista Peyronnet trabajó en la restauración de la catedral con un diseño neogótico.
El interior de la Catedral también ha sufrido múltiples intervenciones, de las que hay que destacar dos, una el siglo pasado y la más reciente, llevadas a cabo por dos grandes artistas Antoni Gaudí y Miquel Barceló.
En 1902 siendo obispo Pere Joan Campins, encargó al arquitecto Antoni Gaudí los nuevos trabajos de reforma de la catedral tras quedarse asombrado de las obras que estaba realizando en Barcelona. La intervención de Gaudí era tratar de adaptar el interior de la catedral a las nuevas normas litúrgicas.
Se encargó de trasladar el coro desde el centro de la nave hasta el presbiterio, desmontó el altar mayor volviéndolo a montar más adelante y destapió algunos ventanales de la Capilla Real. Con estas reformas revalorizó el carácter gótico del tempo y acercó a los fieles al culto.
Las obras de Gaudí en la Seu duraron 10 años y las alternó con sus nuevos encargos de las casas de Paseo de Gracia de Barcelona. En Mallorca delegó su trabajo en sus compañeros Joan Rubió i Bellver y Josep Maria Jujol.
Gaudí abandonó el proyecto. La forma de trabajar de su compañero Jujol, no gustaba a los contratistas algo que por el contrario Gaudí admiraba. La decoración pictórica de la sillería realizada por Jujol la consideraron una falta de respeto al trabajo original.
Por el contrario Joan Rubió, a partir de su trabajo en la catedral, contrajo una estrecha relación con la isla donde realizaría importantes proyectos.
Ya más recientemente, el artista mallorquín Miquel Barceló realizó la última gran intervención en el templo. Se trata de la reforma realizada entre 2001 y 2006 en la Capilla del Santísimo, situada en el ábside lateral de la catedral.
En las paredes de la capilla se puede ver la adaptación del artista sobre el capitulo evangélico del Milagro de la multiplicación de los panes y los peces. Un mural cerámico policromado de 300 metros donde en un lado representa los frutos del mar y al otro los de la tierra. El artista contó con la ayuda técnica del ceramista Vicenzo Santoriello.
Los vitrales que se encontraban tapiados también fueron adaptados por el artista a este nuevo espacio fabricados en el taller de Jean-Dominique Fleury.
La intervención de Barceló en la catedral fue toda una sorpresa para muchos, por el hecho de que una institución tan conservadora diera amplia libertad creativa a un artista agnóstico.