El camposanto más melancólico del mundo
En el municipio pontevedrés de Cambados se encuentra uno de los cementerios más pintorescos y bonitos de Galicia. Declarado Monumento Histórico Artístico en 1943 e incluido en la Asociación de Cementerios Singulares de España.
En la ladera del Monte A Pastora, se encuentran las ruinas de Santa Mariña de Dozo. La iglesia se construyó por orden de D. Lope Sánchez de Ulloa, marqués de Altamira sobre una antigua capilla románica del siglo XII. Posteriormente, a finales del siglo XV, su hija María de Ulloa restauró y amplío la iglesia. Del románico original, también presenta un estilo gótico marinero y elementos renacentistas.
Tras un incendio y problemas políticos y religiosos la iglesia fue abandonada en el siglo XIX. Tras su desuso, la iglesia se convirtió en cementerio parroquial.
Ramón María del Valle Inclán que vivió una temporada en Cambados, enterró en este cementerio a su segundo hijo quien murió prematuramente con solo cuatro mesas de edad. Posteriormente, la que fuera su mujer, la actriz Josefina Blanco quiso ser enterrada al lado de su hijo y reposan aquí también sus restos.
Fue el periodista y escritor gallego Álvaro Cunqueiro quien describió este cementerio como «el camposanto más melancólico del mundo».